Dominicano asesina hijo de cinco años y envenena otra de siete en El Bronx
NUEVA YORK.- «Perdí la razón desde que ella me dejó», le dijo el dominicano Leonardo Espinal (Leo) a los investigadores cuando lo interrogaron respecto al asesinato de su hijo Stewart Espinal de cinco años y el envenenamiento de su hija Mía de 7 en un apartamento de su madrastra en la avenida Walton de El Bronx.
Espinal, que según fuentes de la investigación habría admitido los crímenes, sería acusado por el asesinato de su hijo menor e intento de asesinato al poner el potente veneno «Tres Pasitos» en un slide de pizza que dio a su hija con la intención de matarla.
Está bajo tratamiento psiquiátrico en el hospital Bronx Lebanon donde fue ingresado para observación psicológica, mientras su hija sigue en estado crítico, pero estable en el hospital Presbiteriano del Alto Manhattan.
El hecho ocurrió en un edificio de la calle 179, donde Espinal se había ido a vivir con su madrastra, luego de la separación con Abreu. Después de estrangular al varón en la bañera del apartamento y tratar de matar a la hembra, llamó a la madre de los niños y le dijo que se iba a matar.
Ella a su vez se comunicó con la policía y llegó acompañada por varios oficiales a la vivienda, donde encontró el horroroso espectáculo en el que veía a su hijo agonizando y a su hija con fuertes convulsiones y vómitos incesantes a causa del poderoso veneno.
Le dijo a un amigo, Francisco Medrano, que «Leo acaba de asesinar a mi bebé». La niña estaba en un charco de su propio vómito en el sofá de la sala y el padre se había encerrado con el varón en el baño.
Cuando los policías le tocaron varias veces la puerta, Espinal se negó a salir por lo que los agentes la derribaron y tuvieron que sacarlo arrastrado y en pijama para llevarlo al cuartel.
Los vecinos dijeron haber escuchado un grito a eso de la 1:33 de la madrugada del miércoles procedente del apartamento escena de los crímenes.
La tragedia se produce a dos semanas de que la niñera dominicana Joselyn Ortega asesinara a puñaladas a los niños Lucía (Lulu) y Leo Krim en la calle 75 del centro de Manhattan y también está alegando trastornos mentales.
Espinal quedó al cuidado de los niños, mientras su ex esposa Rosaura Abreu trabajaba como camarera en un restaurante cercano a su casa.
Hace tres semanas, Abreu decidió romper su relación de más de 10 años con Espinal, quien según los investigadores estranguló al niño y envenenó a la niña por despecho con su mujer. FUENTE DIARIOLIBRE.COM