Raúl Castro volvería a rezar
En su escala técnica de pocas horas en Italia, el presidente cubano visitó esta mañana la Santa Sede vaticana y sostuvo un encuentro de 55 minutos con el Papa Francisco. Se trata de un tiempo récord para este tipo de encuentros, calificado de excepcional por varios medios de prensa.
“El Santo Padre recibió en audiencia a las 09:30 al presidente de la República de Cuba, Raúl Castro Ruz” en el Estudio del Papa en el Aula Pablo VI y “fue muy cordial”, señaló el comunicado del Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi.
El mandatario cubano quiso agradecer personalmente a Jorge Mario Bergoglio por el activo papel que desempeñó en favor de la mejora de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos de América. Castro lo confirmó a la prensa antes de subir al automóvil que lo transportaba de regreso a Roma. Además, trasmitió al Papa los sentimientos del pueblo cubano en espera y preparación de su próxima visita a la Isla en el mes de septiembre.
El Sumo Pontífice regaló al presidente cubano la exhortación apostólica “La alegría del Evangelio” y un medallón de San Martín de Tours, que representa al santo en el momento que cubre a un pobre con su propio manto de soldado. Francisco señaló explícitamente que entregaba el regalo con placer, porque “recuerda no sólo el compromiso de ayudar y proteger a los pobres, sino también para promover activamente la dignidad”, señaló el portal de la Radio Vaticana.
El presidente Castro a su vez le obsequió al Papa una medalla conmemorativa de los dos siglos de la Catedral de La Habana y un cuadro del pintor cubano Kacho, titulado “Milagro”, en el que se ve una persona en la playa rezando arrodillada ante una cruz armada con barcos de naufragio. El mismo pintor explicó que está inspirada en el trabajo del Papa por los migrantes y su visita a Lampedusa.
“Volveré a la Iglesia católica si el Papa sigue hablando así”
Tras la audiencia con el papa, el líder cubano se dirigió al Palacio Chigi, sede del gobierno italiano, para reunirse con el primer ministro, Matteo Renzi. Al comparecer ante la prensa, el visitante recalcó: “Si el Papa sigue hablando así, les aseguro que yo terminaré rezando nuevamente y volveré a la Iglesia católica y no lo digo como una broma”.
El mandatario aseguró que tras el encuentro quedó “impresionado, verdaderamente impresionado por su sabiduría, su modestia y todas las virtudes que sabemos que tiene. También declaró que asistirá “con satisfacción” a “todas las misas que dé” Francisco durante el viaje a Cuba.
Sobre su afinidad con Bergoglio por su cercanía a la Compañía de Jesús, el presidente de Cuba recordó que él estudió en instituciones religiosas de jesuitas, la misma orden del Papa. Castro reafirmó que es comunista, una formación en la que “no se permitían creyentes”. Pero esas premisas, dijo a la prensa, no siempre se cumplen”, un ejemplo de que “vamos avanzando poco a poco”. “Estamos en el perfeccionamiento de nuestro sistema político, económico y cultural”, destacó.
La visita de este domingo fue publicitada como el primer encuentro entre Raúl Castro y el Papa Francisco, aunque el primero viajó al Vaticano en 1997 cuando encabezaba el Ministerio cubano de las Fuerzas Armadas. Aquel viaje se produjo como preámbulo a la visita a isla de Juan Pablo II al año siguiente.
Roberto Veiga, analista político, ex editor de la revista Espacio Laical y actualmente líder del proyecto Cuba Posible, consideró ayer que este encuentro sería fructífero en el contexto post 17-D, en el que Francisco jugó un papel de intermediación fundamental. “El Papa va a legitimar el proceso de restablecimiento de relaciones entre los dos gobiernos y el proceso que se está viviendo dentro de Cuba. Va a legitimar los anhelos y las necesidades del pueblo cubano y toda la metodología de la distensión, que es el único camino para conducir los intereses y las gestiones de los poderes en beneficio del pueblo.