EL GOBIERNO ESPAÑOL PRETENDE SACAR A LAS ESTUDIANTES EMBARAZADAS DE SUS CENTROS DE ESTUDIO
La decisión del PP de sacar a las jóvenes embarazadas de las aulas para evitarles la “vergüenza”, a través de un programa de educación a distancia, ha provocado una gran polémica y los partidos de las oposición se oponen a esta iniciativa.
La diputada regional del PP Ana Guijarro ha sacado adelante en la Asamblea Regional, con los votos de su partido, una moción con la que pretende ayudar a las embarazadas a compatibilizar sus estudios con su circunstancia personal y evitar que la “vergüenza” que puedan sentir de cara a sus compañeros les lleve a abandonar su formación.
Tanto la finalidad como el procedimiento propuesto (facilitar un cauce para que esas adolescentes sigan con su formación fuera del centro educativo, también después de tener a su hijo), desencadenaron un agrio debate con el PSOE e IU-V. Sus diputados María del Carmen Moreno y José Antonio Pujante se lo tomaron como una medida innecesaria y discriminatoria. Este último dijo que puede ser “inconstitucional”.
Guijarro, que es la diputada más joven de la Cámara, defendió esta iniciativa alegando que las jóvenes que se quedan embarazadas “suelen abandonar su formación por la vergüenza que les supone acudir a clase en ese estado”. También indicó, en su primera intervención, que a veces no pueden soportar el peso de las dificultades para compatibilizar los estudios con su vida personal y las obligaciones que les supone la maternidad.
En la moción del PP se propone que estas mujeres obtengan el apoyo para poder continuar con sus estudios desde casa, y evitar que se vean tentadas a abandonar su educación. “Nuestra labor es la de fomentar la formación y apoyar a las madres que quieran serlo y facilitarles las medidas para ello”, apostilló Guijarro. A su juicio, habilitar ese cauce formativo “será muy positivo para las chicas que se encuentren en esa situación y lo soliciten”, añadió. De esta manera, indicó, se evitarán situaciones de fracaso y abandono de los estudios que pueden lastrar el futuro de muchas mujeres.
Los argumentos de Guijarro soliviantaron a los diputados de la oposición, que ya habían manifestado antes del Pleno su intención de oponerse con vehemencia a la iniciativa. La diputada socialista María del Carmen Moreno defendió una enmienda a la totalidad en la que reorientó la cuestión. “Si quieren ayudar a las madres jóvenes, deben contribuir con más programas específicos que faciliten el cuidado de los menores, a fin de que estas madres no tengan que interrumpir sus estudios y puedan permanecer en el sistema educativo hasta que sus capacidades e intereses lo permitan”, indicó durante la sesión.
Pujante apoyó su idea de crear programas que faciliten el cuidado de los hijos para que sus madres no tengan que interrumpir sus estudios.
La solución propuesta por el PP está mal planteada, según Moreno. “La educación a distancia está regulada en la Región de Murcia para los mayores de edad y para aquellos menores que padezcan una enfermedad grave que les impida desplazarse a su centro de estudios”, explicó la diputada socialista. A su juicio, las embarazadas “no entran en ninguna de estas categorías: ni son chicas enfermas ni el embarazo les impide asistir al centro educativo”.
IU-V también votó en contra de la moción del PP al considerar que lo que solicita “ya lo contempla la legislación”. Además, el portavoz del Grupo Mixto y único diputado de esta formación consideró que la moción aprobada “puede ser inconstitucional, porque va contra el principio de igualdad entre los sexos”. “Se habla de las embarazadas y de las madres jóvenes, ¿por qué no de los padres? Y si la razón es el sentimiento de vergüenza que pueda sentir una joven embarazada, me pregunto qué hace falta para plantarse lo mismo con las personas de raza negra y con quienes sufren con alguna discapacidad por la vergüenza que pueda darles”, añadió el diputado.