Halloween, un negocio… de miedo
Monstruos y calabazas llenan escaparates de tiendas de disfraces, jugueterías y pastelerías mientras restaurantes y bares de copas preparan sus fiestas.Menús de Halloween donde «los cuernos del diablo» son «rellenos de comida,»; fiestas de disfraces en salas y bares de copas; estrenos cinematográficos ex profeso -Hotel Transylvania es la película de animación de este año-;tiendas de regalos con todo tipo de motivos siniestros; estanterías de supermercados y pastelerías donde los estantes están llenos de caramelos y tartas en forma de calabaza;
y hasta ópticas que estos días ofrecen lentillas de colores psicodélicos para hacer más real el disfraz de bruja o vampiro.
El negocio de Halloween, esa tradición americana que celebra la víspera del Día de Todos los Santos, abarca cada vez a más sectores. Tiendas de disfraces, bares y restaurantes, salas de fiestas y comercios en general ven en ella un filón más a sumar al calendario de fiestas ideadas para celebrar… consumiendo, como San Valentín, el Día de la Madre o el Padre.
En definitiva, una oferta para todos los gustos y bolsillos de la que hasta a los más reacios a las invasiones extranjeras les será difícil escapar. Ni siquiera quedándose en casa viendo la tele ya que pocas cadenas se resistirán a emitir películas de miedo y series ambientadas en Halloween. No en vano, los contenidos americanos copan las parrillas.












