Acusan a autoridades eslovenas de complacencia con explotación de dominicanas
Según el canal de televisión «POP TV» y el diario «Delo», un exdiputado del gobernante partido conservador y otros altos funcionarios están bajo sospecha de haber ayudado a tramitar los permisos de trabajo de las jóvenes dominicanas.
El principal acusado, Pavle Rupar, rechaza las alegaciones como «mentiras» y anunció hoy acciones legales contra Andrej Ster, el jefe de la sección consular en el ministerio esloveno de Asuntos Exteriores, quien había lanzado estas acusaciones.
La mayor parte de las jóvenes dominicanas que han llegado desde 2008 a Eslovenia como bailarinas en realidad son prostitutas, denuncia la prensa eslovena.
«Se trata de prostitución, con elementos de explotación, lo que hace que sea tráfico de personas», dijo Ster a «POP TV».
Según las autoridades eslovenas, 354 mujeres dominicanas han recibido en los últimos cuatro año visados de trabajo en el país.
«Las chicas no son peligrosas, sino los organizadores de esta red ilegal», dijo Ster en declaraciones telefónicas a Efe, al asegurar que los contratos que las bailarinas firman son «cuentos de hadas escritos en idioma esloveno», que las jóvenes no entienden.
Por eso, el funcionario propuso limitar a un mínimo y de forma inmediata la expedición de visados para las mujeres dominicanas, un trámite consular que se suele hacer en la embajada eslovena en Buenos Aires, Argentina.
«Entretanto, el Estado esloveno puede adoptar medidas sistemáticas que pongan fin a estos negocios ilegales y repugnantes», explicó Ster.
Según el diario «Delo», que informa del escándalo desde hace varios días, grupos argentinos de derechos humanos y la embajada de EEUU en Liubliana advertieron a Eslovenia durante años sobre las sospechas de la trata de mujeres dominicanas hacia esta república exyugoslava, que forma parte de la Unión Europea desde 2004.
A pesar de estas sospechas, la misión diplomática eslovena en Argentina siguió emitiendo visados de trabajo para estas mujeres.
La oficina del Defensor del Pueblo de Eslovenia ha admitido además que algunos propietarios de bares de alterne eslovenos llegaron a pedirle ayuda para agilizar los trámites cuando se demoraban los papeles de las chicas caribeñas.
Por ahora, en Eslovenia no se ha condenado a nadie por la trata de mujeres dominicanas, ni existen pruebas fehacientes de que los visados se hayan conseguido de forma irregular, aunque sí hay muchos indicios en ese sentido.
Según Ster, esto demuestra que se trata de una red «muy bien organizada» que ha logrado «penetrar la administración pública del país», por lo que el Gobierno esloveno «debe reaccionar».
Las dominicanas son captadas con la promesa de un trabajo bien pagado en Europa, aunque rápidamente caen en el mundo de la prostitución y suelen ser forzadas a pagarse ellas mismas los gastos de traslado.
Por su parte, el jefe del Departamento de lucha contra la trata de personas del Ministerio del Interior, Sandi Curina, consideró que los medios de comunicación eslovenos «están exagerando» el caso.
«No podemos afirmar a priori que todas las chicas que se emplean regular y legalmente en Eslovenia como bailarinas en bares son víctimas de trata», aseguró el funcionario al diario «Delo».
En todo caso, Curina admitió que muchas mujeres firman contratos en idioma esloveno que no entienden, aunque aseguró que muchas de estas dominicanas están contentas porque ganan bastante más de lo que podrían conseguir en su país de origen.
Eso explicaría por qué hasta ahora ninguna de las mujeres ha declarado en contra de sus empleadores, lo que dificulta el trabajo de la Policía y Justicia, asegura la prensa eslovena. EFE