ESPAÑA 1 MEXICO 0 — Javi Martínez enseña la ruta
El éxito barniza de jerarquía y confianza y, con esa pátina victoriosa de campeones de Europa, Javi Martínez, Mata y Jordi Alba completaron en Cádiz el puzle de la selección olímpica de Luis Milla. Su presencia, sus galones y sus estado de gracia agitaron al equipo español -que cinco días antes había chocado sin respuesta con la potencia y el músculo de Senegal en su primer ensayo ante los Juegos- y bastó para firmar una espesa victoria ante México.
Con el brazalete de capitán y como jefe absoluto de la sala de máquinas, Javi Martínez se mostró omnipresente, estiró su zancada sin descanso y lució en la distribución. Hizo a la vez de Busquets y de Xabi Alonso y su despliegue marcó el ritmo y el compás de una España inconstante. Liberado del corsé que le oprime cuando ejerce de central, el jugador del Athletic acaparó metros en el Carranza como mediocentro único, a la antigua usanza. Encontró, a ratos, la complicidad de Isco y Mata para perpetuar la fórmula del toque y la aceleración de Alba y Tello para afilar el colmillo. Pero hubo más intenciones que acierto a pesar de lo lustroso de la apuesta.
España, 1 – México, 0
España: De Gea (Mariño, m. 46); Montoya (Azpilicueta, m. 72), Iñigo Martínez, Domínguez, Jordi Alba; Isco, Javi Martínez (Oriol Romeu, m. 81), Koke; Mata (Álvaro Vázquez, m. 72), Adrián (Rodrigo, m. 60) y Tello (Illarramendi, m. 60). No utilizados: Botía, Ander y Muniain.
México: Corona; Chávez, Fabián (Romero, m. 80), Reyes, Jiménez; Herrera, Salcido (Enríquez, m. 76), Vidrio, Aquino (Cortés, m. 76); Giovanni (Ponce, m. 72) y Peralta. No utilizados: Rodríguez; Mier y Araujo.
Gol: 1-0. M. 13. Javi Martínez.
Árbitro: Mauricio Liberti (Italia).
Unos 20.000 espectadores en el Nuevo Ramón de Carranza de Cádiz. España debutará en los Juegos el jueves 26 en el Hampdem Park (Glasgow) ante Japón; el segundo partido será el día 29 en St. James Park (Newcastle) frente a Honduras; y cerrará la fase de grupos el 1 de agosto en Old Trafford (Manchester) ante Marruecos.
Sentadas las bases y con el grupo al completo —solo faltó Muniain, reservado por molestias musculares y Ander Herrera por decisión técnica—, España acogotó a su rival y pronto encontró el premio. A la salida de un córner lanzado por Mata, Javi Martínez se elevó sobre la cándida y poco académica salida del guardameta mexicano Corona y mandó su cabezazo a la red desde el área pequeña y sin oposición.
Con el viento a favor, creció la confianza de España, pero, al tiempo que mostraban talento y virtudes en el manejo de balón, los de Milla desnudaban defectos en defensa -con dos centrales zurdos, Iñigo Martínez y Domínguez, intentando sincronizarse sobre la marcha- ante la vigorosa apuesta de México liderada por una bala de nombre Aquino, que visitó con asiduidad y peligro a De Gea durante el primer tiempo.
Los jugadores españoles mezclan biorritmos y estados de forma muy distintos, fruto de un calendario que ha prolongado las vacaciones de muchos y ha acortado las de unos pocos, y la mezcla, que por momentos alcanza el virtuosismo de sus mayores, decae otras veces en continuidad y recursos. Apenas hubo noticias de Adrián, disperso en ataque y desconectado en labores de creación, y faltaron artistas en el centro del campo para conservar el balón y establecer el mando. Ahí es donde España añora a Thiago Alcántara.
Era el último amistoso antes de la cita olímpica y el carrusel de cambios del segundo tiempo sirvió más para el rodaje que para las conclusiones, cargadas de claroscuros pero con la tranquilidad que da conocer la receta. De Kiev a Londres, Javi Martínez, Mata y Alba han llegado dispuestos a enseñar a todos la ruta del triunfo.