Alonso escapa en Hockenheim
Dos años después, el bólido rojo de Fernando Alonso volvió a coronarse en Hockenheim. Aunque esta vez sin polémica alguna. Con una exhibición de resistencia ante el empuje de Sebastian Vettel, primero y Jenson Button, en el tramo final. Dominio de principio a fin. Haciendo buena la ‘pole’ y quitándose la pequeña espina de hace dos semanas en Silverstone. Un golpe maestro al Mundial en un asfalto que comienza a ser talismán. Por tercera vez, igual que en 2010 y 2005, nadie pudo con el veloz galope de su corcel. [Narración y tiempos]
Todo se inició tras una arrancada tranquila, vigilando al detalle su retrovisor, por allí asomaba Vettel, que apenas hizo temblar el pulso firme del piloto español. Bajo el batallador sol alemán, su Ferrari, con calzado blando, inició su particular batalla de resistencia frente al Red Bull del actual campeón. Calcándose los tiempos y repartiéndose zarpazos tras esas siempre añoradas milésimas. Hasta alcanzar un margen de 2.1 segundos con el que afrontó su primera visita al garaje en el 18º giro.
Tocaba el turno de ver qué daba de sí la combinación del F2012 con las gomas duras -medias-, que tan balsámicas resultaron hace dos semanas en Silverstone. Y lo que ocurrió fue que Vettel, tras un inagotable asedio al bólido rojo, no logró hacer diana. Su empuje inicial redujo la distancia casi a la nada pero Alonso logró sostenerse manteniendo el ritmo y guardándose lo mejor de sus gomas para los momentos clave de la carrera.
La sorpresa para Alonso fue encontrarse con un aliado inesperado. Lewis Hamilton, recién engullido por las fauces del Ferrari, se resistió a ser devorado también por Sebastian Vettel en la vuelta 34. Un cuerpo a cuerpo que frenó el cohete energético e hizo entrar en cólera al bicampeón alemán, que contaba con que el McLaren no dudaría en hacerle pasillo. El británico se aferró al rebufo del piloto español y no lo soltó hasta el último paso del bólido rojo por boxes (42).
Pero otro invitado decidió unirse a la batalla. Un envalentonado Jenson Button, de nuevo en el frente tras unas carreras de ausencia, voló desde la sexta posición hasta la estela de Sebastian Vettel, dejando por el camino ilustres víctimas como Michael Schumacher, Pastor Maldonado y Nico Hulkenberg. Derribando uno por uno bajo ese inocente manto con el que el británico envuelve cada maniobra letal. Hasta que en el 42º giro, aprovechando el cambio de gomas del Red Bull, le robó la posición que tanto había sudado el alemán en la jornada previa.
A partir de aquí, 25 vueltas de vertiginoso cuerpo a cuerpo entre Alonso y Button pese al empeño de Vettel, que adelantó al inglés de manera ilegal en el penúltimo giro y fue penalizado con 20 segundos, castigo que le relegó hasta la quinta posición. Así, Button recuperó la segunda plaza y Raikkonen ascendió hasta la tercera tras la carrera.
Alonso asestó un golpe al Mundial, el trigésimo triunfo de su carrera y el tercero del curso, que le permitirá marcharse de vacaciones como líder del campeonato, pase lo que pase el próximo domingo en Hungaroring.