Los intereses de la Iglesia Católica chocan con el criterio de la Zona Colonial
En esos muros, quizás moran aún los rencores y tormentos de la primera hispanidad expresada en la urbana empresa de la construcción de una ciudad romántica, ahora a la ribera de un río enfermo, pálido y endrogado de químicos servidos en plásticos flotantes y complacidos.
Bajo la estela triste de la memoria histórica utilizada para entuertos y saraos de complotados, muros antiguos, esclavos de quienes a la inteligencia no le alcanza para saber lo que tienen entre mano, según las responsabilidades ciudadanas, que un maldito voto amañado y torvo le ha otorgado.
Titulares brutos de saco y corbata, jugando a gerentes insensibles de ciudad histórica engalanada, bobalicones de saurios y placitas mal pintadas, demagogos de baja ralea, esos son los que gobiernan esa ciudad: porque la ignorancia cuando es de verdad, no oculta la ceguera y se ufana de la prepotencia, en manos de esos está la zona colonial. FUENTE ACENTO.COM.DO