Langlois se sintió “como un invitado más” entre las FARC
El recién liberado periodista francés Roméo Langlois, aseguró este miércoles que, durante el mes que estuvo en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla le trató “como a un invitado más” y que, en ningún momento, fue agredido o sintió temor por su vida.
Langlois hizo estas afirmaciones minutos después de ser entregado a una misión humanitaria encabezada por la exsenadora Piedad Córdoba en el pueblo de San Isidro, en el departamento colombiano de Caquetá (sur), donde decenas de habitantes de esa localidad se congregaron para recibir al periodista galo.
“No me puedo quejar, he sido tratado como cualquier combatiente de la guerrilla”, comentó en declaraciones a la cadena latinoamericana Telesur. “Nunca me han tenido amarrado, eso lo deje claro el primer día, siempre me han tratado como un invitado más, me han dado buena comida”, aclaró.
Langlois, periodista de la cadena France 24 y del diario ‘Le Figaro’, cree que con su situación “se hizo mucha política desde muchos lados” y aseguró que “no necesitaba de esta experiencia para conocer bien el conflicto colombiano ni para conocer la guerrilla” porque “llevaba mucho tiempo en esto”. “Lo que me queda es la convicción de que hay que seguir cubriendo este conflicto que ha sido olvidado”, dijo.
Así, lamentó que se tengan que producir hechos como éste para que los medios de comunicación y las autoridades colombianas tomen en cuenta a las comunidades de la selva colombiana. “Me parece triste que tengan que retener a gente para que vengan a ver esta zona y la gente hable del conflicto colombiano”, ha afirmado.
Langlois, de 35 años, fue capturado el pasado 28 de abril en una zona selvática de Caquetá, a donde pudo llegar mediante un avión de la Fuerza Aérea Colombiana como parte de un operativo contra las FARC.
En sus primeras declaraciones tras su liberación, el periodista galo negó que se tratara de una gran infraestructura y afirmó que era un “pequeño laboratorio, como muchos que se destruyen”, propiedad de “un campesino que lo utilizaba para sobrevivir”. FUENTE EUROPA PRESS