El fundador de WikiLeaks pide asilo a Ecuador
QUITO (Reuters) – El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, pidió el martes asilo político a Ecuador, que le dará protección en su embajada en Londres mientras evalúa la solicitud que podría evitar que el experto informático sea extraditado a Suecia.
La información fue revelada por el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, quien leyó una declaración donde dio cuenta que «Ecuador se encuentra evaluando, analizando, el pedido del señor Julian Assange».
«Cualquier decisión que adopte tomará en cuenta el respeto a las normas y principios del derecho internacional, así como la tradicional política del Ecuador de precautelar los derechos humanos», agregó sin dar detalles.
El polémico australiano afronta una solicitud de extradición de Suecia por acusaciones de delitos de violación y asalto sexual presentadas por dos mujeres que fueron voluntarias en WikiLeaks. Él ha rechazado las demandas y ha estado batallando contra la extradición desde su arresto en Reino Unido en diciembre de 2010.
Assange, de 40 años y famoso por haber develado miles de despachos diplomáticos secretos, dijo temer que su país natal no defienda sus «garantías mínimas ante ningún gobierno», según una carta divulgada por el ministro ecuatoriano en Quito.
La situación amenaza con crispar las relaciones entre el Gobierno de izquierda de Rafael Correa y las autoridades de Washington, que acusan a Assange de dañar sus relaciones exteriores con sus publicaciones.
La embajada de Ecuador en Londres dijo que la decisión de considerar el pedido de asilo no debe ser interpretada como una «interferencia» de su Gobierno en los procesos judiciales contra Assange en el Reino Unido o Suecia.
«Mientras se evalúa el pedido, Julian Assange permanecerá en la embajada, bajo la protección del Gobierno ecuatoriano», agregó en la nota publicada en su página en la web.
En su mensaje, Assange señaló que no quería ser extraditado a «un país donde se aplica la pena de muerte por delito de espionaje y traición» y se declaró perseguido «por su trabajo de publicar información que compromete a los poderosos».
La nación andina no tiene un plazo para responder la petición de Assange, quien aseguró en su carta haber cumplido con todos los requisitos formales que demanda la Constitución ecuatoriana para el otorgamiento del asilo.
NO SORPRENDE
La Fiscalía General de Suecia dijo que no tenía información distinta de lo que había aparecido en los medios de comunicación.
Mientras, el abogado de las dos voluntarias de WikiLeaks que denunciaron a Assange dijo que no estaba sorprendido por el último movimiento, pero comentó que espera que Ecuador rechace la solicitud de asilo.
«Esto (la petición de asilo) es por supuesto sin ninguna razón. No tiene sentido en realidad (…) El quiere centrarse en WikiLeaks, la CIA, etc. No va a cambiar la situación, será extraditado», agregó el abogado Claes Borgstrom a Reuters.
La Corte Suprema británica dictaminó la semana pasada que Assange podría ser extraditado a Suecia en dos semanas, al rechazar su argumento de que una orden de detención europea emitida por la fiscalía sueca para su extradición no era válida.
El único recurso que le queda a través del ámbito legal es una apelación ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El ex hacker ganó fama internacional en 2010 cuando WikiLeaks empezó a divulgar material de video y miles de despachos diplomáticos estadounidenses secretos, muchos de ellos relacionados con las guerras de Irak y Afganistán, en la mayor filtración de documentos secretos en la historia del país norteamericano.
SIMPATIA DE ECUADOR
Aunque la decisión del Gobierno de Rafael Correa es soberana, no existirían razones para aceptar la solicitud de Assange, pues todas las acusaciones en su contra en diferentes países son por delitos comunes y no por razones políticas, dijo el ex vicecanciller ecuatoriano Marcelo Fernández de Córdova.
«El país tiene que actuar seriamente de acuerdo a los compromisos internacionales», agregó.
En Ecuador, Assange cuenta con la simpatía del Gobierno de Correa, quien lo invitó en 2010 a exponer sobre los documentos clasificados de Estados Unidos que implicaban a América Latina, e inclusive le ofreció residencia en su territorio.
Aunque la visita de Assange a Quito nunca se hizo efectiva porque Correa dio marcha atrás, el Gobierno ecuatoriano dijo que esperaba conocer directamente sobre los cables divulgados por WikiLeaks relacionados con el país andino y que denunciaban supuestos actos de corrupción en la cúpula policial.
Un documento divulgado por un diario español desató una pugna entre Quito y Washington, que llevó a la expulsión de la entonces embajadora estadounidense Heather Hodges de Ecuador, congelando las relaciones durante casi un año. Estados Unidos reaccionó de la misma manera en respuesta a la decisión de Quito y pidió al embajador ecuatoriano que abandonara su territorio.
Las relaciones entre ambos países se han normalizado tras la llegada de nuevos embajadores a cada país. REUTERS